Incorporar un gato a la familia es un acto de responsabilidad que exige reflexionar sobre si seremos capaces de ofrecerle todo lo que necesita.

 

Cuando estamos pensando en ampliar la familia con un animal, debemos analizar antes la responsabilidad que esto supone y si podremos hacernos cargo de él y cubrir todas sus necesidades tanto ahora como en el futuro. Vamos a analizar los aspectos básicos que debemos tener en cuenta antes de decidir adoptar a un gato.

 

En tu casa vive un gato y eso se notará

Cuando la gente que no vive con gatos llega a casa las preguntas suelen ser siempre las mismas:

¿Y les hacen falta tantos ‘’cacharros’’? Pues sí, podéis ver en este post cuáles serán los accesorios indispensables que nuestro gato deberá tener en casa. Además, algunos de ellos como el rascador deberán situarse en las zonas de casa donde más tiempo pasemos.

¿Por qué les dejas subirse a las estanterías? Porque es un gato y en su naturaleza está explorar cada rincón de casa y tener cierta predilección por los lugares elevados. Esto conllevará en muchos casos que debamos retirar adornos que puedan correr peligro, pero es algo que debemos asumir si vamos a convivir con estos pequeños felinos.

¿Y no te araña los sofás o muebles? No, como hemos comentado antes en casa tenemos situados rascadores en todas las zonas principales, lo que hace que nuestros gatos usen ese lugar para arreglar sus uñas y dejar su aroma. También es cierto que posiblemente, hasta que nuestro gato aprenda o mientras está jugando, el sofá o las cortinas se lleven algún enganchón, pero es otra de las cosas que debemos tomar como normales si queremos convivir con ellos. La desungulación (eliminación de uñas) además de ser ilegal, nunca es una opción.

 

 

Vas lleno de pelos ¿no tienes un rodillo? Sí, tengo un rodillo que paso a menudo por mi ropa, sofás, camas, etc. Pero si convives con un gato (al igual que ocurre con un perro) los pelos serán una parte más de tu vestuario y no podrás huir de ello.

 

Mantener a un gato supone unos costes

De base, podemos contar con unos gastos de mantenimiento que van a ser indispensables:

-Desparasitaciones

-Vacunas

-Revisión anual

-Alimentación de calidad (olvídate de ir al super a por comida… lo que te ahorres ahora te lo gastarás después en el veterinario)

-Arena

-Accesorios (arenero, rascadores, juguetes…)

Pero también pueden surgir imprevistos y debemos ser capaces de asumirlos. Si nuestro gato sufre un problema de salud, estos costes se multiplicarán por mil dependiendo de qué se trate.

Además, puede que en un momento dado, por un cambio en nuestras vidas o nuestras rutinas, nuestro gato se enfrente a situaciones de estrés o cambios de comportamiento que supongan acudir a un profesional que nos asesore, servicio que también aumentará estos costes.

Si no estás dispuesto a asumir esto y cuando los problemas lleguen le vas a dar la espalda, te pido un favor, no adoptes.

 

 

El gran dilema: qué hacer con el gato si me voy de casa

Si vamos a ausentarnos de casa durante uno o dos días la mejor opción es que nuestro gato se quede solo con agua y comida suficiente para ese periodo de tiempo. Ellos son muy reacios a los cambios y cualquier otra opción resultará muy estresante para un periodo tan corto de tiempo.

Si nuestra estancia fuera va a alargarse, entonces podemos plantearnos otras opciones:

-Que un familiar que el gato conozca se mude a nuestra casa o pase una vez al día a cambiar arena, agua y pasar un rato con el gato.

-Buscar una persona de confianza que haga guardería a domicilio y se pase una vez al día o cada dos días.

–Residencias felinas. Para mi esta opción es la menos adecuada debido a que supondrá que nuestro gato no solo sufrirá nuestra ausencia sino que, además, se encontrará en un entorno nuevo con otros animales y olores.

–Llevar a tu gato contigo. A no ser que tu gato esté acostumbrado a los viajes, mi recomendación es que si vamos a estar fuera menos de 15 días lo dejemos en casa con supervisión, ya que la adaptación al nuevo entorno va a ser muy estresante y, para cuando se habitúe, debemos volver.

Esta cuestión es muy importante y en muchos casos no nos lo planteamos hasta que tenemos que irnos y dejar a nuestro gato, lo que da lugar a los temidos abandonos de la época estival. Por ello, es esencial que antes de decidirte a adoptar pienses si tienes a alguien que pueda hacerse cargo de tu gato y, si no es así, si vas a asumir el coste de una guardería a domicilio.

 

 

No compres, adopta

Si ya te has planteado todas estas cuestiones y tienes claro que quieres compartir tu vida con un gato y que vas a ser un dueño responsable, tengo una cosa más que pedirte: No compres, adopta.

Las protectoras están llenas de gatos de todas las edades, tamaños y caracteres y las voluntarias te podrán informar sobre cuál se puede adaptar mejor a tu situación personal. Por ejemplo, si convivimos con niños pequeños un gato muy sociable será perfecto para nuestro hogar. Sin embargo, si el gato es para una persona de edad más avanzada, tal vez un gato tranquilo se adapte mejor a su forma de vida.

 

Os aseguro que, una vez dado el paso y descubierto el maravilloso mundo felino, no os arrepentiréis de la decisión.

 

Imágenes de Lucca la Loca.