Ya estamos más que acostumbrados a ver perros con ropa, sobre todo si son de raza pequeña, pero por muy normal que nos parezca esta costumbre, ¿beneficia o perjudica al perro?

 

En un principio, partiendo de toda lógica, un perro no necesita ropa. El perro tiene su pelaje que le sirve de abrigo en épocas de frío y suelta pelo en verano.

Ahora bien, toda raza de perro (o cruce) tiene un origen. Para explicarlo mejor: un Husky Siberiano tiene su origen en climas muy fríos. Este animal es capaz de soportar temperaturas de -45ºC, por lo que su cuerpo ya está preparado para ello con tres capas de pelo, capas que es incapaz de quitarse por mucho calor que haya, de ahí que sea casi un crimen tener perros de esta raza en ciudades mediterráneas donde es expuesto a temperaturas de más de 30ºC. Nadie como este perro sabe el sufrimiento que supone vivir en estas zonas tan cálidas.

 

 

Pues bien, encontramos también el caso opuesto: Perros que tienen su origen en climas cálidos o tropicales y soportan temperaturas muy frías en su lugar de residencia. En este caso el perro puede producir más pelo que le sirva de abrigo, sin embargo, si son perros que viven en el interior de una casa, el contraste de temperatura dentro de una vivienda (de unos 24ºC) a la calle (donde se puede encontrar temperaturas de unos 10ºC) sí puede provocar en el perro un cambio brusco de temperatura: es tan sencillo como observar a tu perro.

 

 

Por ejemplo: tenemos a Uma, una perra mestiza que tiene cruces de muchas razas (entre ellas el Shih Tzu y el Cocker Spaniel). Tiene una buena manta de pelo que suelo cortar en verano para que no pase mucho calor y dejarla más larga en invierno cuando hace más frío.

Uma pasa de una temperatura de unos 21ºC dentro de casa a 35ºC en verano. ¿Solución? Sacarla a la calle antes de la salida y después del ocaso del sol, evitando salir en pleno solazo.

 

 

En invierno pasa de unos 21ºC a unos 8ºC en pleno febrero. La observo y veo que no tiembla, que pasea sin problemas y con ganas, por lo que no veo la necesidad de abrigarla.

La ropa es algo antinatural para un perro a priori. Observando a tu perro sabrás si necesita más o menos abrigo. Por naturaleza el perro siempre va a rechazar cualquier prenda de ropa, por eso, es importante que no le sometamos a ningún estrés. Si tu perro se niega a llevar ropa, no le obligues.

Llevar al perro con ropa es fruto de nuestro capricho, no del suyo. Nos hace mucha gracia ver a los perros vestiditos porque los hace más humanos, pero te aseguro que si pudieran hablar se desharían de todo.

 

 

A Uma no la he vestido con ropa nunca porque, como he explicado, no le ha hecho falta. A lo sumo me gusta a veces colocarle alguna bandana porque sé que no le molesta y luce la mar de guapa.

Ahora bien, a mi anterior perro (al que jamás puse ropa) sí tuve que comprarle un chaleco de felpa cuando tenía unos 14 años, ya que sufría de artrosis y  era muy sensible a las frías temperaturas. La humedad claramente perjudicaba su anciano cuerpo. ¿Creéis que lo aceptó de buen agrado? ¡A su edad le iba a obligar yo a algo!. Efectivamente, tuve que regalar el abrigo y aceptar que el perro prefería pasar frío y dolor en sus articulaciones que llevar ese abrigo que le provocaba un estrés brutal.

 

Conclusión: observar a tu perro es el mejor indicador para saber si necesita o no ropa. Jamás lo hagamos como capricho nuestro sino como necesidad suya. Porque al final, lo que deseamos es que nuestro perro esté cómodo y si está cómodo estará feliz.