Cuidar que nuestro gato beba el agua que necesita nos ayudará a evitar que desarrolle problemas del tracto urinario, denominados en su conjunto FLUTD.
Los gatos suelen ser muy exquisitos a la hora de beber agua y, si no les gusta dónde está colocada o su estado, la rechazan. Esto puede desencadenar en diversos problemas del tracto urinario, denominados FLUTD.
¿Qué es el FLUTD?
El FLUTD (enfermedad del tracto urinario inferior) agrupa todos aquellos problemas de salud que afectan a la zona de la vejiga y la uretra de los gatos. Estas enfermedades tienen causas muy diversas y algunas de ellas podemos prevenirlas, como ocurre con el reducido consumo de agua, el sobrepeso o la alimentación deficiente.
¿Cuáles son los síntomas de un problema urinario?
Si nuestro gato sufre problemas urinarios, algunos de los síntomas que podemos apreciar son los siguientes:
-Eliminación inadecuada (orina fuera de la caja de arena).
-Vocalizaciones al orinar (maullidos, quejidos…).
-Acude al arenero y finalmente no orina.
-Aumentan las veces que va al arenero pero no la cantidad de orina.
-Sangre en la orina.
-Cambio de comportamiento (agresivo, apático, nervioso…).
Debemos estar siempre muy pendientes del comportamiento de nuestro gato y, si notamos algún cambio, acudir al veterinario para un pequeño examen. Los gatos ocultan fácilmente los problemas de salud, pero a menudo podemos detectar si no se encuentran bien por sus cambios de carácter.
La importancia de consumir el agua que necesitan
Una de las formas de ayudar a prevenir los problemas urinarios es conseguir que nuestro gato beba el agua necesaria. Para estar bien hidratado debe beber en torno a unos 45 ml o 50 ml de agua por kg de peso al día, es decir, un gato que pese 5 Kg debe beber unos 225 ml al día.
Para que nuestro gato no rechace el agua, esta debe estar limpia y fresca, por lo que debemos cambiarla a menudo. Esto se complica un poco en verano, cuando las altas temperaturas hacen que se caliente rápidamente.
Para mantener el agua fresca tenemos varias opciones:
-Usar agua de la nevera: Podemos tener siempre una botella de agua en la nevera. Si empleamos esta en lugar de coger agua del grifo, aguantará un poco más fresca.
-Usar hielos: Si a nuestro gato no le da por jugar con los hielos, podemos colocar alguno en el bebedero.
-Bebedero refrescante: Hay algunos bebederos que pueden introducirse en el congelador y mantienen el agua fresca por más tiempo.
Además, debemos cuidar el tipo de bebedero que escojamos y dónde lo colocamos. Nuestro gato rechazará aquellos con los bordes altos o que sean estrechos y hagan que sus bigotes rocen con el borde, ya que esto es muy molesto para ellos.
Debemos optar preferiblemente por boles de acero inoxidable o cerámica, ya que el plástico puede afectar a la piel de nuestro gato provocando acné felino o alergias.
Debemos tener cuidado también de colocar el bebedero lejos de los areneros, de la zona de descanso y preferiblemente también de la comida. En la naturaleza el gato tiene sus zonas diferenciadas y suele alejar la comida de las fuentes de agua ya que los restos que queden en mal estado podrían contaminarla.
El agua corriente también suele atraerles. Seguro que has podido comprobarlo cuando abres el grifo, ya que muchos acuden corriendo a beber de ahí aunque el agua de su bebedero esté fresca y recién cambiada. Por esto una buena idea es colocar una fuente con agua, ya que el constante movimiento le incitará a beber.
Por último, podemos ayudarnos de la comida húmeda para mejorar su hidratación. Al estar compuesta en un 70% u 80% de agua, una lata al día hará las delicias de nuestro gato y ayudará a mantenerlo más sano.
¿Qué os han parecido estos consejos para mantener a vuestro gato hidratado? ¿Tenéis un gato al que le cuesta mucho beber la cantidad adecuada?
Lucca la Loca
Espacio gatuno y perruno en el que Lucca, Zelda y Link comparten aventuras.
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