Cuando un gato llega a casa puede surgirnos la duda de cuánta cantidad de pienso debemos darle, en cuántas tomas y en qué momento del día. En este post trataremos de dar respuesta a estas dudas.
El gato es un animal carnívoro que, en libertad, va cazando pequeñas presas a lo largo del día. Si aplicamos esto a la vida en casa deberíamos proporcionarle el alimento muchas veces al día en pequeñas dosis, pero nuestra rutina de trabajo hace que en la mayoría de los casos esto sea imposible, por lo que debemos adaptar las tomas a sus necesidades, pero también a nuestras posibilidades.
La mejor forma de alimentar a nuestro gato
Desde el punto de vista etológico
Para que nuestro gato se sienta cómodo en casa lo ideal es respetar su naturaleza y adaptar los elementos y rutinas de casa a sus costumbres. Por ello, para evitar situaciones de estrés, lo mejor es dejar la comida a su disposición 24 horas. Así de sencillo.
El gato, si no hay un problema detrás y elegimos un pienso de calidad, es capaz de gestionar la cantidad de alimento que ingiere y no tendrá problema alguno de sobrepeso, pero es cierto que en algunos casos el estrés o la falta de actividad pueden hacer que coma más de la cuenta.
Si esto ocurre, hay que tomar medidas para evitar que nuestro gato siga engordando. Ahí van algunas recomendaciones que pueden ser de mucha ayuda:
1.- Fomentar el juego y la estimulación en casa:
Si nuestro gato no tiene acceso al exterior, debemos proporcionarle estímulos suficientes para que se mueva y esté activo en casa.
2.- Pienso de calidad:
Es esencial elegir un alimento de calidad para evitar problemas de salud y de sobrepeso.
3.- Comederos interactivos:
Si colocamos comederos interactivos en lugar del típico cuenco, nuestro gato tendrá que ‘’cazar la comida’’. Sin duda, una buena opción para luchar contra el sobrepeso.
Algo importante a tener en cuenta es que, si hay más de un gato en la familia, debemos colocar varios comederos para evitar conflictos de gestión de recursos. Si un gato siente que tiene que ‘’pelear’’ por la comida, es posible que aumente la cantidad inferida y que, además, haya problemas de convivencia entre los animales de casa.
Desde el punto de vista veterinario
Puede que nuestro gato deba comer antes de tomar una medicación o, por algún problema de salud, deba alimentarse a ciertas horas o en cantidades controladas.
También es posible que hayamos optado por alimentación que no podamos dejar en el cuenco horas y horas.
En esos casos intentaremos racionar la comida en el máximo número de dosis que nuestra rutina nos permita.
Además, si nuestro gato está acostumbrado a tener comida a su disposición las 24 horas del día, realizaremos una adaptación progresiva.
Problemas de alimentación cuando hay un cambio de comida
Cuando toca un cambio de comida o queremos introducir algo nuevo en su dieta, como por ejemplo una latita, hay tres conductas que podemos encontrar habitualmente en un gato, dependiendo de cómo se ha alimentado en sus primeros meses de vida:
-Come más de lo habitual (se corrige al cabo de dos meses aproximadamente sin necesidad de hacer nada).
-Rechaza la comida nueva.
-Rechaza la comida por asociarla a algo negativo (le damos siempre la pastilla con lata y acaba por rechazarla).
Como hemos comentado, para evitar problemas con los cambios en la alimentación, introduciremos el nuevo alimento en la dieta de forma progresiva, aumentando el porcentaje de comida nueva ligeramente hasta sustituirlo del todo, e intentaremos que nuestro gato vaya probando diferentes texturas y sabores con el fin de que se vaya habituando.
Además, si se niega a probar algún alimento, es importante tener en cuenta que los gatos prefieren la comida a una temperatura de unos 30º, por lo que, si acabamos de sacarlo del frigorífico, es más probable que lo rechace.
¿Cómo sueles alimentar a tu gato? ¿Es reacio a probar cosas nuevas? Te animamos a contarnos tu experiencia.
Lucca la Loca
Espacio gatuno y perruno en el que Lucca, Zelda y Link comparten aventuras.
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