La socialización en los perros es uno de los aspectos fundamentales en su desarrollo físico, mental, social y emocional. Conocer el entorno y quienes lo habitan generando buenas experiencias son un seguro para evitar futuros problemas de comportamiento.

 

El perro es un animal eminentemente social. Es capaz de relacionarse no solo con individuos de su propia especie, sino también con otras que no son la suya. La relación de éxito más duradera que se estableció hace miles de años y que llega hasta la actualidad, es la que se dio entre los seres humanos y los protoperros.

Esta maravillosa amistad tiene que ver con una serie de mecanismos a nivel mental y social que implican reconocer y establecer como seguros diferentes entornos físicos en donde aparecen estímulos visuales, auditivos, olfativos… además, y como es obvio, de personas, otros perros, gatos, etc.

 

 

¿Cuándo comenzar la socialización de un cachorro?

Tal y como vimos en nuestro post sobre “Cuándo separar a un cachorro de su madre y hermanos”; debemos aunar la necesidad de socializar correctamente al cachorro con la de garantizar su seguridad en términos de salud.

Así pues, en torno a los dos meses de edad suele ser una época óptima para iniciar la socialización del cachorro en términos mentales y emocionales. Esto es así, porque justo en esa época las estructuras cerebrales que se encargan de las respuestas emocionales de miedo se encuentran muy sensibles.

En términos generales, si el perro tiene una mala experiencia que haya suscitado esa respuesta de miedo ante un estímulo (un perro, una persona, un ruido…) es probable que, en el futuro, el perro repita ese comportamiento de miedo. Igualmente, si la experiencia es positiva con el estímulo, con mucha probabilidad el perro generará una buena reacción social y emocional en el futuro ante esa situación.

 

 

Dicho lo anterior, sería interesante poder brindar experiencias positivas desde que el perro nace, si bien, a partir de los 50-60 días y hasta los 5 meses este período será fundamental. Esa época es complicada porque el cachorro es posible que aún no tenga todas las vacunas que le permitan estar inmunizado. Veamos de qué manera podemos solventar esto.

 

¿Cómo socializar correctamente a un perro?

En primer lugar, debemos tener en cuenta que la socialización es un proceso continuo. Es decir, el aprendizaje sobre el entorno no es algo que se active o desactive con un interruptor.

Por ello, aquí os damos algunos consejos para saber cómo llevar a cabo la socialización que queremos con nuestro perro:

 

1.- Elegir entornos seguros.

El perro necesita desarrollar sus sentidos y experiencia en lugares en los que no vea comprometida su seguridad. Así, debemos intentar buscar entornos en los que el perro pueda moverse y relacionarse con otros perros, personas, etc. de manera amable.

Elige bien el parque al que vas y los perros que conocerá. Deben aprender el lenguaje de los perros, pero debemos evitarle situaciones traumáticas.

 

2.- Fomentar actividades positivas.

Para que el perro pueda asociar una emoción positiva al contexto, necesitamos inducir dicho estado emocional. Esto lo podemos hacer a través del juego (con nosotros u otros perros), las caricias y el refuerzo social, el uso del olfato o la entrega de premios al realizar actividades de entrenamiento.

 

 

3.- Uso del olfato.

La nariz es el órgano receptor estrella en los perros. Por tal motivo, debemos fomentar la búsqueda de juguetes, palos, personas, etc. de manera sencilla tanto dentro como, fundamentalmente, fuera de casa.

 

4.- Fomentar paseos tranquilos y amables.

Para ello será necesario elegir unos elementos adecuados de manejo: arneses tipo Y o H combinados con correas largas que permitan una exploración tranquila, amable y, por supuesto, evitando tirones que pueden causar una lesión, o que el perro se asuste.

 

 

5.- Dejar explorar y acompañar.

En ocasiones, los perros al ver algo novedoso, se paran y no quieren acercarse (e incluso ladran).

En esas situaciones, somos nosotros los que debemos enseñarle qué explorar. Si quieres que algo no tenga importancia para el perro, no se la des tú. Acércate e interactúa de manera positiva con ello. No fuerces ni regañes, solo invítale a que te acompañe.

 

6.- La socialización debe ser amable y gradual.

No pienses que por presentar más entornos y más perros en menos tiempo vas a conseguir un mejor resultado. Sé paciente y observa a tu perro. Dale lo que necesita en cada momento del paseo, que es seguridad y cariño.

Si sigues estas recomendaciones, junto a las que te ofrezca tu veterinario de referencia en cuanto a las pautas de vacunación y alimentación, estamos seguros que conseguirás una correcta socialización que permita a tu perro, y también a ti, ser felices y disfrutar del entorno.