Los perros deberían pasar, al menos, los dos primeros meses de vida junto a su madre y hermanos de camada. Respetar estos tiempos nos ayudará a evitar la aparición de algunos problemas de comportamiento en la etapa juvenil y adulta.

 

La madre y los hermanos de camada son los primeros compañeros de vida del perro y, por tanto, los responsables de los primeros aprendizajes del cachorro. Obviamente, en esta fase neonatal también será importante la relación con las personas; Sin embargo, no debemos olvidar que el perro debe aprender a comunicarse no solo con nosotros, sino también con otros individuos de su misma especie.

 

 

Pero, ¿Qué aprende el cachorro cuando convive con su madre y sus hermanos?

-La inhibición de la mordida

Los perros al nacer usan la boca de manera desinhibida. Es decir, cuando muerden lo hacen sin control de la fuerza de su mordida.

En este sentido, tanto la madre como los cachorros, realizan correcciones adecuadas a sus hijos o hermanos cuando el perro se excede mordiendo. Esto sucede normalmente en las situaciones de amamantamiento de las crías o en el juego social que se desarrolla entre los cachorros de la camada.

 

-Primeras pautas relacionadas con los hábitos higiénicos

Uno de los primeros aprendizajes que una madre competente realiza con sus descendientes es hacerle entender que, el lugar donde se come y donde se duerme (habitualmente el mismo sitio) debe mantenerse limpio.

Así pues, la madre se encargará de separar a los cachorros una distancia sobre ese lugar para mantenerlo en perfectas condiciones higiénicas.

 

 

-Gestión del entorno y los recursos

Las primeras exploraciones del entorno más cercano las realiza un cachorro junto a su madre y sus hermanos. En este sentido, si el entorno en el que se desenvuelve la camada es seguro, las exploraciones de los perros serán tranquilas y socialmente competentes.

Esta situación de seguridad fomenta que la madre tenga un estado de alerta bajo, lo que se traduce en bajos niveles de estrés. Esto nos ayudará a que las señales de comunicación que emite la perra (y que los cachorros aprenden rápidamente) sean adecuadas y coherentes con la situación social de convivencia en la que vivirán habitualmente.

Por otra parte, la gestión de los recursos como puede ser acceder a la leche de la madre, el agua, juguetes, hermanos favoritos, etc, también se da en este momento del desarrollo. Normalmente es la madre quien ordena ese acceso, aunque con el paso de las semanas los cachorros también pueden cooperar en ese aprendizaje.

 

 

Entonces, ¿Qué ocurre si retiro al cachorro de la camada antes de los 2 meses de vida?

Diferentes estudios científicos se han centrado en esta cuestión. Uno de los más relevantes es el que realizaron un equipo de veterinarios italianos que investigó lo que ocurría a nivel de comportamiento en perros jóvenes que fueron retirados de la camada a los 30, 40 y 60 días (Pierantoni et al., 2011).

En dicho estudio se vio cómo los cachorros que habían sido retirados antes de los 60 días mostraban de manera significativa una mayor incidencia de problemas relacionados con la gestión del autocontrol y la ansiedad, la desinhibición de la mordida, la protección de recursos, etc.

Obviamente, la aparición o no de estos problemas no solo se determina por el hecho de haber sido retirados a una edad adecuada de la camada. Sin embargo, sí hay una evidencia de que separar a los perros antes de esos 60 días puede incidir en su salud comportamental en el futuro.

Así pues, si estáis pensando en introducir un nuevo perro en casa, tened en cuenta esta información y respetad los tiempos necesarios para un correcto desarrollo del animal.

 

¿Estás pensando en incorporar un cachorro a la familia? ¿tu perra ha tenido una camada? ¡Cuéntanos tu experiencia! Esperamos que nuestro post te haya servido de orientación.