La etapa cachorra es la más prolífica y adecuada para trabajar con los perros. En este tiempo, existen muchos cambios importantes a nivel fisiológico y mental. Saber entender y corresponder a tu cachorro en esta etapa es clave para promover una buena salud comportamental.
A nivel biológico, el primer año de vida del perro se corresponde con aproximadamente ¡31 años humanos! Así lo certifica un reciente estudio científico que ha revolucionado lo que pensábamos sobre la edad y el desarrollo del cachorro.
Por otra parte, la etapa más sensible del desarrollo del perro está entre las 3 semanas y media y las 12 semanas. En este momento nuestro perro va a estar más sensible a los cambios y a las interacciones. Por ello, será imprescindible realizar una buena labor de socialización.
¿Qué debemos hacer para educar a nuestro cachorro?
– Evitar retirar al perro de su camada antes de los 60 días
Debemos ser consecuentes con lo que la ciencia nos dice. Es decir, salvo que sea imposible no hacerlo, mantendremos a los cachorros, mínimo, hasta los 60 días con la madre y con sus hermanos de camada para evitar la aparición de futuros problemas de comportamiento.
– Aprender a inhibir la mordida, a jugar adecuadamente y a mantener cierto autocontrol
Es en ese tiempo cuando el perro debería aprender a inhibir la mordida, a jugar adecuadamente y a mantener cierto autocontrol. Si no fuese así, sería interesante poder realizar un trabajo de establecimiento de normas sociales para lo que os recomendamos contactar con un educador canino especializado en la educación de cachorros.
– Socializar adecuadamente
Por otra parte, debemos ser conscientes que hasta las 12 semanas está vigente la fase más sensible a nivel emocional del perro. Así, en este tiempo, entre el segundo y el tercer mes de vida, y siempre siguiendo las indicaciones sobre vacunaciones y prevención del médico veterinario, podríamos empezar un programa de socialización.
Dicho programa debe favorecer las interacciones positivas con otros perros, personas (tanto adultos como niños), realizar una habituación progresiva a estímulos como los ruidos de los coches, motocicletas, etc. No obstante, este proceso de socialización dependerá del estilo de vida de cada persona.
La importancia del vínculo y la comunicación en la educación del cachorro
– Comunícate y hazte entender
En otro orden de cosas, aunque igual de importante, está la comunicación con nuestros cachorros. Os ponemos un ejemplo para ilustrar este tema: pensad que el perro cuando llega a una familia nueva habla “perruno” y nosotros “humano”. En ocasiones, pretendemos que el perro comprenda lo que le decimos con nuestras palabras sin caer en la cuenta de que tal vez no nos esté entendiendo. Esto suele generar frustración entre las personas y enfados porque, por ejemplo, no comprendemos por qué sigue mordiendo (y destrozando) nuestro mobiliario si estamos hartos de decirles que no.
-El vínculo: un seguro para empezar a comunicarte
Una de las primeras cosas que deberíamos hacer cuando llega el cachorro a casa es generar el vínculo necesario para poder comunicarnos adecuadamente.
¿Te parecería raro que tu jefe o tu compañero te pidiesen que empezases a realizar tareas en tu nuevo trabajo sin ni siquiera haberse presentado? ¿Te imaginas que esas personas, además, te hablasen en un idioma que desconoces?
Bien, esto es lo que hacemos con cierta frecuencia con los perros. Comenzamos a pedirle que nos hagan caso sin tan siquiera haber establecido la más mínima relación social. Por tanto, es necesario crear ese vínculo seguro a través del juego, las caricias, los paseos y las interacciones positivas.
– Introduce un código de comunicación funcional
Al mismo tiempo, deberíamos ir introduciendo un código de comunicación adecuado. Es muy interesante que el perro conozca su nombre (os sorprendería la cantidad de perros que no conocen su nombre), tener un comando para que el perro identifique que lo que está haciendo es correcto, por ejemplo: muy bien. También es interesante tener un comando que signifique “dejar de hacer”, que puede ser: no, eh…
Todo este proceso debe realizarse de manera positiva y amable para el perro, fomentando el uso del olfato en el paseo y en el juego. En este sentido podéis emplear los snacks para cachorros de Mediterranean Natural, que son ideales para realizar búsquedas sencillas en zonas de césped.
Por último, recomendaros que tengáis mucha paciencia y sensibilidad con vuestros cachorros. Y, ante cualquier problema conductual que encontréis, os pongáis en contacto con un educador canino experto que os pueda ayudar a solventar el problema de manera prematura. Ya habéis visto que, en el mundo del perro, un mes, puede ser mucho tiempo ganado.
¡Cuéntanos cómo es tu cachorro! ¿Has tenido dudas en su educación? ¿Cómo es tu comunicación con él?
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