Seguir unas pautas correctas de alimentación, elegir un alimento de calidad y hacer valorar al perro el alimento son puntos imprescindibles para comenzar una buena educación canina.
Actualmente, es muy amplio el abanico de ofertas de diferentes tipos de comida que ofrece el mercado. Cada una de ellas tiene su sabor, ingredientes, nutrientes específicos para contribuir a la salud de nuestro perro.
Es importante alimentar a nuestro compañero con un producto de garantía para que crezca sano y fuerte. No obstante, a pesar de la relevancia de la salud física, en este artículo hablaremos sobre cómo utilizar esa comida para mejorar la relación con nuestra mascota y mejorar su educación.
Primeramente, debemos comprender que, en el adiestramiento canino, se utilizan diversas recompensas para reforzar la conducta de nuestro amigo y que es vital que a nuestro perro le guste su recompensa, su retribución.
Si nuestro perro no valora su premio, no sería una recompensa.
Para premiar a nuestro perro podemos utilizar un juguete, nuestro afecto, algún juego… Sin embargo, la recompensa más eficaz con la que comenzar su educación suele ser la comida en forma de snacks o premios.
Pero puede darse el caso en el que el perro no valore su recompensa. Es entonces cuando debemos reflexionar sobre los hábitos de nuestro compañero, pues necesitaremos realizar un trabajo previo.
Para conseguir que nuestro perro desee su premio, trabaje por él, aprenda y, en consecuencia, sea un perro más educado y feliz, tendremos que desarrollar un trabajo previo para que valore la comida.
Si hablamos de un perro adulto (> 9 meses), debemos ponerle la comida una vez al día y retirar el comedero (lleno o vacío) transcurridos 20 minutos para disciplinarlo con unos nuevos hábitos alimenticios.
Además, para aumentar su apetito, le colocaremos delante su comedero vacío antes de darle de comer y repetiremos la misma operación con el comedero con comida haciéndole esperar durante 2-3 minutos.
La cantidad que debe comer la primera semana será un 5% menor que su dosis normal.
Si tenemos un cachorro (< 9 meses), haremos el mismo ritual pero aumentando el número de tomas en 2 o 3 diarias, dependiendo de si es mayor de 5 meses (2) o no (3).
Cuando pasen 2 semanas con estos nuevos hábitos, estaremos en buena disposición de comenzar con la educación canina de nuestra mascota a cambio de premios. Utilizaremos sus snacks para enseñarle el significado de ciertos comandos y ciertas posiciones por medio de la repetición.
Cuando sea evidente que nuestro compañero entiende lo que le estamos pidiendo, habremos llegado al punto en que podremos exigirle la consecución de dichos ejercicios a cambio de los premios o afecto. De esta manera, nos obedecerá contento y de forma eficaz.
En resumen, a la hora de alimentar a nuestra mascota no solamente hemos de buscar una comida de calidad, sino también entender cuál es la mejor manera de proveer a mi perro de alimento. Hacer que valore su comida diaria nos ayudará a que disfrute de recibir premios comestibles como recompensa por hacer determinados ejercicios. Así, asentaremos las bases de una correcta educación para que podamos disfrutar de un perro feliz, sano y obediente.
Ngorong Ngorong
Escuela de adiestramiento y educación canina
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