La capacidad de comunicación a nivel interespecífico, es decir, entre diferentes especies; es una habilidad que tenemos los seres humanos. Pero no solo nosotros tenemos esta capacidad, los perros también son capaces de emitir señales que pueden ser interpretadas por otros seres vivos y, concretamente, por el ser humano.
Diferentes estudios realizados por el grupo de investigación Family Dog Project de la Universidad Eötvos Lorand de Budapest se han preocupado por abordar la interpretación que los seres humanos realizamos de las señales de comunicación que emiten los perros. Así, según un estudio publicado por este grupo, las personas en general (hayan convivido o no con perros), somos capaces de distinguir diferentes tipos de ladrido: alerta, juego, ansiedad, miedo… simplemente con escucharlos, y hacerlo con un porcentaje de acierto bastante alto.
Del mismo modo, la investigadora estadounidense Monique Udell ha revisado la importancia del gruñido y la información que quieren trasladar los perros cuando realizan este sonido: jugar, defender recursos…
Pero la comunicación que emite el perro no solo tiene que ver con la parte vocal. También existen otro tipo de señales que deberíamos conocer para poder entender qué quieren decir estos perros a otros perros, y a nosotros mismos. Así pues, conocer este tipo de señales es una cuestión esencial si queremos promocionar una buena relación entre nuestros perros y su entorno social.
Tipos de señales emitidas por los perros
Los perros están emitiendo permanentemente información a modo de señales que nos ayudan a entender cómo se sienten en cada momento.
A grandes rasgos, existen dos grandes grupos de señales que pueden considerarse dentro de la comunicación del perro:
1.- Señales vocales
Son sonidos emitidos por el perro de una naturaleza variada. Así, podemos encontrarnos con el ladrido, el gimoteo, el gruñido, el aullido y las combinaciones de algunas de ellas.
Al igual que otros seres vivos, la emisión de sonidos tiene un componente comunicativo específico. Si tu perro ladra, no lo hace por una cuestión de estímulo-respuesta automática sin ningún objetivo.
Las diferentes vocalizaciones y sonidos que el perro es capaz de emitir son realizados con el objetivo de comunicar algo a otros individuos del entorno, y son fundamentales para detectar su estado emocional: si se encuentran alegres o tienen miedo, por ejemplo. En esos casos, el ladrido será diferenciado.
También sirve para alertarnos sobre la posible agresión de un perro hacia otro perro o hacia una persona. Si ante un recurso determinado: un juguete, comida, etc… el perro comienza a gruñir y/o ladrar, nos está alertando de que no continuemos atosigando al perro para conseguir lo que tiene.
Los gemidos son interpretados como un signo bien de malestar físico y dolor bien de gestión emocional: frustración, activación excesiva del estrés, incluso también cansancio.
Por último, el aullido no está claro por qué sucede. Hay diferentes teorías. Hay quien dice que es una reminiscencia del lobo y que tiene un sentido de geolocalización, hay quien estima que es una conducta autorreforzante: lo hacen porque les gusta; e incluso, hay quien considera que tiene que ver con la recepción de determinados sonidos que activarían esta conducta de aullido: sirenas, determinados instrumentos musicales…
2.- Señales corporales
Los perros están permanentemente emitiendo señales no verbales con su cuerpo. Y lo hacen de forma muy evidente con determinadas partes como las orejas o el rabo. Pero también lo hacen con la posición de sus patas o incluso la elevación de su cabeza.
La posición y movimiento del rabo es importante para entender qué está sintiendo el perro en cada momento. Por lo general, movimientos rápidos son considerados como una señal de activación emocional; frente a movimientos más lentos que podrían indicar una menor activación emocional y una mayor concentración.
Del mismo modo, es importante observar la posición del rabo: en este sentido, si la posición es muy alta se suele identificar con señales de concentración y tendencia a la acción. También son identificados como señal de alerta para otros perros en el caso de permanecer en alto sin movimiento o con movimientos muy pausados.
Si el perro introduce el rabo entre sus patas traseras y mantiene la posición de sus cuartos traseros muy baja, es probable que esté indicando un estado emocional relacionado con el miedo o, determinadas señales de apaciguamiento si va combinado con un movimiento rápido y corto del rabo.
Posiciones intermedias del rabo y con movimientos muy amplios acompañados de la cadera, suelen indicar señales afiliativas y/o, con menos frecuencia, de apaciguamiento ante otro individuo
En el caso de las orejas, depende de la morfología del perro su uso y posición, pues hay razas que tienen las “orejas caídas” como los Golden Retriever o Labradores, frente a otras que tienen capacidad para erguirlas, como los Pastores Alemanes o los Collies.
En general, la orientación de las orejas nos indica hacia qué foco de sonido están prestando atención.
Si el perro acompaña este tipo de movimiento con la dirección de la mirada, nos muestran un nivel de atención/activación mayor y se tiende a pensar que el perro que retrae las orejas hacia atrás muestra una señal afiliativa hacia otros individuos.
Sin embargo, esto debería verse en conjunto con la activación vocal y la posición del resto del cuerpo, debido a que el perro puede colocar también las orejas hacia atrás durante los procesos de juego y/o agresión.
Por último debemos considerar que la posición de otras partes del cuerpo también es importante para conocer mejor la comunicación en el perro.
La tensión muscular que puede mostrar un perro que queda totalmente quieto frente a un estímulo y con la cabeza alta y orejas orientadas hacia el mismo, puede hacernos indicar que el perro tiene la atención plena sobre ese estímulo.
Por contra, si el perro genera movimientos rápidos agachándose sobre sus patas delanteras, es probable que esté induciendo a otro individuo a entablar una relación de juego.
Igualmente, hay perros que utilizan el dar la pata como una señal afiliativa, si bien, la monta o hacerlo por la parte de atrás de otro perro, puede ser considerado como juego o agresión.
Como vemos, existen muchos tipos de señales, además de la combinación de todas ellas y, aunque suelen tener significados similares, no sirven para interpretar a todos los perros en cada momento.
Te animamos a que observes a tu perro e identifiques dichas señales para saber qué quiere decirte en cada momento. Esto será de gran ayuda para poder comunicarte con él y tomar decisiones adecuadas en su vida y su educación.
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