La llegada de un bebé a casa es un cambio muy grande, también para los gatos, que necesitan de una adaptación progresiva a la nueva situación. Te enseñamos algunas pautas para ayudarle a llevarlo mejor.

 

La vida en casa cambia para todos cuando un bebé llega. Estos cambios comienzan ya a palparse incluso antes de que el bebé esté presente, cuando comenzamos todos los preparativos.

Este momento es complicado para todos, incluidos nuestros gatos, pues supone una adaptación a la nueva situación.

Nuestros felinos, además, que son tan sensibles a los cambios, pueden sufrir episodios de estrés si no les ayudamos con una adaptación progresiva.

Por ello, queremos orientarte con algunas pautas para que puedas ayudar a tu gato si en casa es inminente la llegada de un niño.

 

 

5 claves para la adaptación sin estrés a la llegada de un bebé

 

1.- Anticipar los cambios

El bebé requerirá de algunos cambios en casa más o menos importantes. En ocasiones renovaremos el mobiliario de alguna habitación, la pintaremos o simplemente tendremos que colocar nuevos accesorios como la cuna.

Si hacemos esto unos meses antes de su llegada nuestro gato podrá irse acostumbrando al carrito, los juguetes y todas aquellas cosas que después estarán asociadas al niño.

 

2.- Establecer las nuevas rutinas antes de que llegue el bebé

La llegada del bebé hará que cambiemos nuestros horarios y rutinas. Si actualmente dedicábamos un rato por la noche a jugar con nuestro gato, es posible que prefiramos ir adelantando un poco los horarios. Si pensamos que no podremos dedicar el mismo tiempo, iremos recortándolo poco a poco.

Además, si actualmente dormimos con nuestro gato pero cuando llegue el bebé no queremos que entre en la habitación (aunque esto no suele ser necesario salvo muy raras excepciones), debemos acostumbrarle a cerrar la puerta desde unos meses antes de la llegada del pequeño.

 

 

3.- Evitar visitas en casa

Los gatos, incluso los más sociables, se ponen muy nerviosos con las visitas y lo ideal será evitarlas para no añadir otro motivo de estrés adicional a la llegada a casa del nuevo miembro de la familia.

 

4.- Propiciar unas presentaciones relajadas

Las primeras impresiones son esenciales. Por ello es recomendable que intentemos que nuestra llegada a casa con el bebé sea lo más tranquila posible. Intentaremos entrar solos o acompañados solamente de una persona con la que el gato tenga confianza, no es momento de multitudes.

Dejaremos que nuestro gato decida qué quiere hacer. Si se acerca a oler al nuevo inquilino, le dejaremos que investigue, vigilando la interacción pero sin apartarlo. Si prefiere mantener las distancias respetaremos su decisión y no le obligaremos.

 

 

5.- Dedicar tiempo a nuestro gato

El primer mes con un bebé es una locura y no tenemos tiempo para nada, pero es esencial dedicar un ratito cada día a nuestro gato. Es posible que los primeros días no sea mucho, pero después podremos ir aumentándolo poco a poco.

 

Ante cualquier contratiempo, actuar con tranquilidad ¡Todo tiene solución!

 

Probablemente la presentación de nuestro bebé y nuestro gato no sea tan idílica como habíamos imaginado. Puede que se asuste ante sus lloros, que se estrese y comience a orinar fuera del arenero, que esté más distante… Todos esos comportamientos son normales y debemos tener paciencia.

En las semanas previas al nacimiento colocaremos algún difusor de feromonas faciales y podemos pedirle a nuestro veterinario algún relajante natural para ayudar a nuestro gato a afrontar la situación más tranquilo.

Si nuestro gato, aun así, se estresa o muestra comportamientos que no sabemos identificar, podemos acudir a un etólogo que nos ayude a entender qué pasa y buscar soluciones para que todos podamos vivir en armonía.

 

Por último, recuerda que el abandono de nuestro gato nunca es una opción. Todo tiene solución; la encontraremos si afrontamos la llegada de nuestro bebé y la nueva situación en casa con tranquilidad y responsabilidad.

 

¿Tienes en casa un bebé y la adaptación de tu gato a su presencia ha sido complicada? ¿Tu hijo llegará en breve y temes por la reacción de tu gato? ¡Te leemos en comentarios!

 

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