A nuestros hijos les encanta compartir su tiempo con los animales, jugar, convivir… En este post os mostramos, además, cómo los niños pueden, a través de sencillos trucos, entrenar a su perro.
Ya hemos hablado en este blog sobre las bondades de la convivencia entre perros y niños, y la responsabilidad que pueden adquirir ellos en el cuidado y la educación de los animales con los que conviven. En esta ocasión, os traemos algunos sencillos trucos que pueden ayudar al entrenamiento y adiestramiento de nuestro perro, a la par que mejoramos la relación y convivencia familiar.
Recomendaciones para que un niño entrene a un perro
Debemos tener en cuenta una serie de recomendaciones que van a ser muy importantes a la hora de que los más pequeños de la casa puedan entrenar con el perro:
1.- Todas las actividades que realicemos deben estar supervisadas por una persona adulta que pueda garantizar el bienestar e integridad tanto de la parte canina como de la parte humana.
2.- Los materiales que empleemos en el entrenamiento deben ser adaptados al mismo, evitando utilizar correas excesivamente cortas, collares de ahorque o castigo u otros elementos que puedan causar dolor o alguna lesión al perro.
3.- Existen muchos modelos de entrenamiento, pero los que mejor rendimiento surten y además respetan el bienestar de los perros, son aquellos basados en el refuerzo positivo (premios).
En este sentido, podéis utilizar tanto juguetes tipo mordedor o pelotas, como snacks de calidad y que estén adaptadas a las necesidades nutricionales del perro.
4.- Recordad que, como hemos tratado en ocasiones anteriores, la vinculación y comunicación con el perro es muy importante. Así pues, si aún no habéis trabajado esto, empezad por ahí.
5.- Tened en cuenta la edad y características tanto del niño como del perro y adaptar el tiempo y características del entrenamiento en función de lo anterior.
Así pues, hechas estas salvaguardas, ya estaríamos en disposición de poder realizar entrenamientos muy sencillos que sirvan para fomentar el aprendizaje en el perro y para mejorar la convivencia entre todos.
Obediencia básica, un clásico que siempre triunfa
Enseñar sencillos ejercicios a nuestros perros es una manera perfecta de entrenar para los niños.
Podemos comenzar enseñando una técnica muy sencilla llamada “luring” o seguimiento de comida. Esta técnica es simple y sencilla para las dos partes:
El niño deberá tomar en su mano un snack y esperar que el perro siga el señuelo en la dirección que el niño considere. Lo más sencillo es que el niño camine en alguna dirección y el perro pueda seguir el recorrido. Debe estar tranquilo y no morder la comida (¡ni la mano!). Al terminar el recorrido que consideremos, le diremos “muy bien” y premiaremos con el snack.
Una vez el perro entiende la norma: si sigue la comida de manera tranquila y concentrada, la conseguirá; estamos en disposición de enseñar conducta nueva. Para ello, podemos elegir algunos ejercicios sencillos como los que exponemos a continuación.
Algunos trucos fáciles que los niños pueden entrenar con su perro
1.- Caminar en la posición de junto
Si el niño camina hacia delante con el brazo pegado al cuerpo (llevando en la mano el snack), el perro debería caminar en la posición de “junto”. No debe ni atrasarse ni adelantarse. Al principio realizaremos trayectos cortos y en línea recta. Poco a poco, podemos ir incrementando la dificultad del ejercicio, realizando giros y aumentando el tiempo y la distancia recorrida.
2.- Posición de sentado
Si el niño se coloca de frente al perro y lleva la comida desde la nariz del perro y después sobre su cabeza, el perro debería sentarse. Este movimiento es un movimiento que implica un patrón motor. Es decir, si el perro eleva su cabeza para seguir el señuelo, la combinación de músculos que debe mover le hará que el perro se siente. Una vez sentado, informaremos con un “muy bien” y, posteriormente, lo premiaremos con el snack.
3.- Posición de tumbado
Partiendo de la posición de sentado, o con el perro a cuatro patas y el niño de frente, ahora el snack lo llevaremos entre las patas delanteras del perro en un movimiento diagonal de arriba abajo desde el pecho del niño hasta esa posición entre las patas.
Es importante no caminar ni hacia delante ni hacia detrás, pues si lo hacemos, es posible que el perro retroceda o avance sin tumbarse.
Cuando el perro haya descansado sus cuatro patas sobre el suelo, procederemos a verbalizar el “muy bien” y, a continuación, el snack.
4.- Chocar la pata
Este es un ejercicio que suele gustar mucho a los más pequeños de la casa y para su realización necesitamos que el perro esté en la posición de sentado.
El niño se colocará de frente al perro y ofrecerá el snack sobre la palma de su mano como si la fuese a chocar. El perro comenzará a realizar diferentes acciones, desde intentar coger la comida, ladrar… hasta que llegará la ocasión en que intente tocar la comida con su pata. En ese momento, verbalizamos “muy bien” y premiamos con el snack.
5.- Dar la vuelta (giro sobre sí mismo)
Para la realización de este ejercicio, es necesario que el perro esté a cuatro patas o sentado posicionado de frente al niño.
En esta ocasión, el niño le ofrecerá el premio a la altura de la nariz y lo llevará hacia el inicio del rabo haciendo un círculo (hacia la derecha o hacia la izquierda). Dependiendo de la altura del niño y del tamaño del perro, quizá el adulto tenga que ayudar a iniciar esta actividad.
Trabajar la obediencia desde un punto de vista amable y divertido para niños y perros es un buen plan para disfrutar en familia, mejorar la relación entre la parte humana y canina y, por supuesto, para que nuestro perro aprenda sencillos trucos que hagan más fácil la convivencia y la comunicación.
¿Qué te han parecido nuestros trucos para practicar niños y perros? ¿Alguno de ellos se lo habéis enseñado a vuestro peludo en casa? ¡Cuéntanos vuestra experiencia!
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Adiestramiento, educación e intervenciones asistidas con animales
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