De la misma forma que nosotros vemos el mundo, el perro lo huele. Si a nosotros nos entra todo por los ojos, al perro le entra por la nariz. Nosotros somos visuales y los perros olfativos.

 

Si nos paramos a pensar en esta notable diferencia (que de primeras no nos dice nada) seremos conscientes de toda la información del mundo que nos da nuestra vista. Sin embargo, el olor nos da muy poca, solo si algo nos gusta o no. En cambio, para un perro lo que le entra por los ojos le puede gustar o no, pero no hay mucha más información que sacar, mientras que por el olfato un mundo de información se revela en sus narices.

Por eso es tan importante ejercitar a nuestros perros de forma olfativa, porque estimulando su olfato estimularemos su mente. Y muchos de nosotros lo olvidamos, haciendo que vayan perdiendo esa capacidad y sean más proclives a aburrirse en casa.

 

¿Cómo estimular su olfato?

1.- Inicia a tu perro con el juego más fácil y económico de todos: esconder la golosina en una mano u otra y adivinar dónde está. Es la forma más sencilla para iniciar a un perro en el mundo del olfateo.

2.- Hazte con una alfombra de trapillo. Algo tan económico que hasta puedes elaborarlo tú y que ayudará a tu perro a iniciarse en el mundo de la estimulación olfativa: esconde pequeños trozos de golosinas entre el trapillo, cuanto más pequeños mejor, así tu perro se esforzará más en oler los escondrijos de la alfombra.

3.- Otro DIY que puedes hacer en casa es una manta con bolsillos. Con un poco de maña y reciclando ropa que no quieras, cose bolsillos de diferentes tamaños en un trozo de manta o toalla y esconde golosinas en diferentes bolsillos. Puedes hacer bolsillos más accesibles que otros para que tu perro tenga diferentes niveles de dificultad a la hora de acceder a los premios.

4.- Descubre qué hay en las cajas. Otro DIY muy económico es conseguir cajas de cartón de diferentes tamaños. Lo suyo es hacer una matrioska con las cajas de forma que solo debes cortar la parte superior de cada caja, y darle la vuelta, colocar el premio en medio de la pequeña e ir tapando con el resto de cajas.  Puedes ir alternando el premio y ponerlo en otras cajas. Aquí lo estimulante para el perro es encontrar en qué caja se encuentra su premio.

 

 

5.- Adquiere algún juguete interactivo. Hoy en día hay multitud de juguetes interactivos de diferentes niveles de dificultad. Estos juguetes estimulan de manera notable el olfato del perro y además refuerza su habilidad para abrir y descubrir los premios que se esconden en su interior. Lo bueno de estos juguetes es que están diseñados para las patas y hocicos más brutos.

6.- El rey de los juguetes interactivos: el Kong. El Kong es el rey por excelencia de los juguetes interactivos: se pueden rellenar de diferentes sabores, texturas y olores, y la dificultad para alcanzarlos hará que tu perro pase ratos de entretenimiento asegurados.

7.- Esconde golosinas. Deja a tu perro en una habitación mientras tú repartes por toda la casa diferentes golosinas. Abre la puerta a tu perro y con un ¡busca!, invítale a que olfatee los rincones de tu casa para que descubra los premios que le esperan.

8.- Esconde juguetes. Otra variante para estimular su olfato es esconder un juguete. Deja que huela un juguete, apartas a tu perro en una estancia, escondes el juguete y le invitas a olfatear. ¡Se lo pasará muy bien y tú con él! No olvides elogiarle con palabras o con premios cuando encuentre el juguete.

9.- Juega al escondite con él. Necesitarás la ayuda de otra persona. Tu perro ya sabe cómo hueles, y no hay nada más excitante para él que encontrarte una vez te escondas. Este ejercicio no solo estimulará su olfato sino que también reforzará vuestro vínculo y te aseguro que los dos (no solo él) os divertiréis mucho.

10.- Juega con obstáculos. Un día de lluvia que no podáis salir de casa, monta un agility en el pasillo de tu casa con obstáculos que tu perro pueda saltar con total seguridad. Puedes usar palos de escoba, sillas, cubos, etc., y con ayuda de un premio que tendrás en la mano, invita a tu perro a hacer un recorrido por los obstáculos. No solo estimularás su nariz sino que se ejercitará quemando esa energía que no puede quemar en la calle con un buen paseo debido a la lluvia.

 

 

Como ves, tu perro ya no tiene por qué aburrirse en casa. La mayoría de juegos son muy económicos y los tienes a tu alcance, por lo que jugar al menos una vez a la semana con tu perro a estimular su olfato hará que esté más despierto y retrasemos problemas cognitivos asociados a la vejez como la demencia senil en perros.

Además, para los días de lluvia, estos juegos se convierten en tu mejor aliado para reducir el estrés derivado de no poder salir de casa.

 

Y tú, ¿cómo estimulas el olfato de tu perro?