Se transmite mediante la picadura de mosquitos y, aunque los primeros síntomas tardan años en aparecer, esta enfermedad grave provoca insuficiencia cardiaca, pudiendo ser mortal.

 

La dirofilariosis canina es una enfermedad producida por el gusano del corazón (dirofilaria inmitis) y se transmite al perro por la picadura de mosquito.

Aunque en este post hablamos de dirofilariosis canina, esta enfermedad también afecta a los gatos.

Está asociada comúnmente a los países del sur de Europa, pero desde hace tiempo en países del norte de Europa los casos no han dejado de crecer.

En España, son más numerosos los casos en el sur y levante, pero poco a poco han ido apareciendo también en el norte.

Se cree que esta expansión pueda deberse al cambio climático, aunque las causas concretas se desconocen.

Asimismo, los casos de dirofilariosis canina son más numerosos en las ciudades que en las zonas rurales, debido a que en ellas la temperatura media es superior (a causa de la contaminación, asfalto…) y esto favorece la proliferación de mosquitos que transmiten la enfermedad.

 

 

Transmisión, desarrollo y tratamiento de la dirofilariosis canina

Como hemos comentado, es el mosquito quien transmite la larva al perro mediante la picadura y desde ese momento esta larva se desplaza hasta albergarse en las arterias pulmonares, donde permanece durante toda su etapa adulta.

La presencia del gusano del corazón va a provocar en el perro una hipertensión pulmonar, que deriva en insuficiencia cardiaca.

Como consecuencia de la presencia de los gusanos en las arterias pulmonares, se producirá un deterioro cuyos síntomas serán visibles años después de que el perro haya sido infectado, cuando ya son crónicos.

Además, la muerte de los gusanos puede ocasionar la muerte del perro, a causa de tromboembolismos.

El tratamiento de la dirofilariosis canina no es en absoluto esperanzador y supone un riesgo para el perro. Debido a que los daños producidos por el gusano del corazón en las arterias son irreversibles, el perro tendrá secuelas de por vida y tanto su calidad de vida como esperanza de vida se verán mermadas.

 

Cómo prevenir la dirofilariosis canina

Ante el poco esperanzador tratamiento de la enfermedad, sin duda la mejor opción es la prevención.

Esta prevención es sencilla y eficaz y se aconseja llevarla a cabo desde que el perro es un cachorro y durante toda la vida del animal.

Asimismo, hacerlo durante todo el año y no solamente de primavera a otoño, cuando los mosquitos están más presentes.

Además, es recomendable la prevención de la dirofilariosis canina tanto en áreas endémicas como en aquellas donde, sin ser zonas de extrema exposición, sí se hayan detectado casos.

También tanto en zonas rurales como en zonas urbanas, aunque sean estas últimas donde haya mayor riesgo de propagación.

La prevención consiste en administrar al perro un medicamento cuyo principal componente son lactonas macrocíclicas (la más conocida la moxidectina).

El medicamento se comercializa tanto en inyectables (que se administran una vez al año) como en soluciones para administración tópica y pastillas para administración oral (una vez al mes).

Estos medicamentos lo que hacen es interrumpir el desarrollo de la larva transmitida por el mosquito, evitando así el desarrollo de la enfermedad.

 

 

Por último recordad siempre que es nuestro veterinario de confianza quien debe prescribir un tratamiento a nuestro perro y debemos acudir a él para que evalúe a nuestro animal y nos aconseje. También en la prevención de la dirofilariosis canina él es quien puede asesorarnos sobre cuál es el mejor medicamento para nuestro perro.

 

¿Conocías esta enfermedad? ¿Sabías de las consecuencias que el gusano del corazón puede provocar en la salud de tu perro? Esperamos haber podido ayudarte a comprender qué es la dirofilariosis canina, su transmisión, desarrollo, tratamiento y prevención.