Causada por el parásito Leishmania, es una enfermedad grave transmitida por un mosquito que no tiene curación en el perro.
¿Qué es la leishmaniosis y cómo se transmite?
La leishmaniosis o leishmaniasis es una enfermedad de origen parasitario (causada por el protozoo Leishmania) que afecta gravemente al perro.
La transmisión (contagio de un perro enfermo a otro sano) se produce por la acción del mosquito flebótomo, que suele habitar en zonas húmedas (inmediaciones de ríos y pantanos, aguas estancadas…) y zonas de altitud inferior a 700 metros.
En España, el centro y sur peninsular y las Islas Baleares se consideran zonas endémicas.
En el perro enfermo el protozoo Leishmania vive en un tipo de leucocitos (macrófagos). La hembra del mosquito flebótomo, cuando pica al perro infectado, genera en su abdomen la Leishmania y la lleva consigo de forma que, al picar a otro perro sano (normalmente en hocico u orejas), los parásitos se depositan en su piel y lo infectan.
Una vez el perro ha sido infectado, el periodo de incubación de la leishmaniosis varía de 3 a 18 meses, pero se han dado casos en que la enfermedad no da la cara hasta pasados varios años.
Existen, además, perros resistentes genéticamente a la leishmaniosis que, a pesar de ser picados por el mosquito transmisor, no muestran síntomas de la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas de la leishmaniosis?
El perro infectado puede desarrollar problemas en la piel (heridas), excesivo crecimiento de las uñas, alopecia (pérdida de pelo sobre todo alrededor de los ojos, orejas y nariz), lesiones en los ojos, endurecimiento de zonas blandas, pérdida de peso (aunque no pierde el apetito) y úlceras.
En casos más graves, fallo renal y hepático y problemas sistémicos (puede afectar a diferentes sistemas u órganos).
¿Cómo prevenir la leishmaniosis?
Ante todo debemos ser muy precavidos entre los meses de mayo y octubre (época de calor) y, si nos encontramos en zonas de presencia de mosquitos flebótomos, evitar permanecer al aire libre con nuestro perro al amanecer y al anochecer.
Cuando estemos dentro de casa, si tenemos puertas y ventanas abiertas, es muy útil la utilización de mosquiteras.
Además, existen en el mercado numerosos productos para perros que proporcionan una alta protección frente a la picadura del flebótomo:
- Antiparásitos externos: evitan la picadura del mosquito y se presentan comercialmente en pipeta, loción o collar.
- Medidas de protección interna: evitan que el perro desarrolle la enfermedad tras la picadura e infección y son los fármacos inmunoestimulantes y la vacuna denominada Canileish.
Al tratarse de una enfermedad grave que no tiene curación, el uso de productos preventivos (tanto de la picadura como del desarrollo de la enfermedad) es sin duda la más eficaz alternativa contra la leishmaniosis.
¿Quieres saber más sobre la leishmaniosis? En próximos posts hablaremos sobre el tratamiento de la leishmaniosis y sobre cómo puede afectar al hombre.
Sin comentarios