Picores, alopecia, infecciones bacterianas, caspa, costras, son algunos de los síntomas que produce la dermatitis por alergia a la picadura de pulga. ¡Te contamos todo sobre ella!

 

Las épocas centrales del año favorecen que los insectos pululen a sus anchas. Es por ello sumamente importante que mantengamos a raya a estos bichos indeseados y más si tenemos a algún perro con una hipersensibilidad a alguna clase de ellos.

En este post hablaremos de la dermatitis alérgica por la picadura de la pulga, conocida también por sus siglas DAPP, cuyos síntomas nos son muy familiares porque Ninfa lo padece.

La DAPP es un proceso dermatológico de origen alérgico común en perros y en gatos manifestando reacciones diversas por la saliva de la pulga en sus picaduras.

 

 

El diagnóstico clínico se lleva a cabo  mediante la observación de los síntomas que se derivan de la hipersensibilidad de la picadura, pero también se pueden realizar test intradérmicos con extractos del parásito o un test serológico.

Se cree que en torno al 50% de las dermatitis observadas en los animales son debidas a la picadura de estas pulgas, las cuales inyectan saliva para que la sangre no se coagule y puedan alimentarse.

Las pulgas, aunque pueden estar tiempo sin comer, sí necesitan hacerlo para reproducirse y pueden llegar a producir ¡50 huevos diarios!

Los estudios clínicos realizados han sugerido que los perros y/o gatos pueden tener una respuesta inmunológica a la exposición constante de la picadura de la pulga, pero las exposiciones intermitentes hacen que aumenta la hipersensibilidad y den respuesta a la reacción alérgica.

No hay raza, edad ni sexo para la manifestación de la dermatitis, pero normalmente aparecen los síntomas con posterioridad a los seis meses de edad.

 

 

¿Cuáles son los síntomas de la dermatitis alérgica a la picadura de pulga?

Los síntomas de esta dermatitis son fácilmente observables y suelen manifestarse de la siguiente forma:

-Dermatitis con pruritos (granitos).

–Picores incesantes en zona de axilas, patas y zona interna y externa dorsolumbar y base de la cola.

–Alopecia a causa de rascarse, morderse o lamerse incesantemente.

–Infecciones bacterianas, costras, excoriaciones (caspa).

-Cuadros más crónicos como liquenificación, acantosis, hiperqueratosis e hiperpigmentación.

 

 

Hay que tener en cuenta que estos síntomas se intensifican durante los meses de más calor. Por ello, lo sufren durante mayor tiempo aquellos perros que viven en las zonas más cálidas de nuestro país, como es nuestro caso.

Según los veterinarios la solución es “fácil”: erradicar el antígeno (pulga) de la zona. Pero si la enfermedad se cronifica y residimos en zonas rurales con campo abierto, en ocasiones poder mantener las pulgas a raya es harto difícil.

 

 

¿Cómo prevenir la dermatitis alérgica a la picadura de pulga?

Prevenir esta dermatitis alérgica es prevenir la picadura y, por tanto, mantener a las pulgas lo más alejadas posibles de nuestro perro.

Esto lo conseguiremos siguiendo algunos consejos:

-Utilizando collar antiparasitario. Es el método más efectivo para la mayor parte de los perros pero,  si tu perro (como nos ocurre a nosotros) sufre alergia a la composición que determinadas marcas utilizan en estos collares, deberás buscar otra alternativa.

-Vaporizando spray anti parasitario cada 15/20 días.

-Realizando regularmente un tratamiento anti parasitario interno.

-Realizando baños frecuentes con champú específico para dermatitis o uno suave a base de aloe vera. En la práctica nosotros hemos comprobado que este último refresca y alivia el picor en la piel de Ninfa.

-En las zonas de la piel más afectadas aplicar aloe vera en gel para regenerar la dermis.

-En casos muy extremos y bajo prescripción médica, administrar “Apoquel”. Aunque es un medicamento “nuevo” que nosotros probamos casi recién sacado al mercado, es específico en el tratamiento del prurito relacionado con la dermatitis alérgica y sus manifestaciones clínicas. Reducimos en un 80% el rascado y mordido incesante de Ninfa y pudimos regenerar así tanto su piel como su cobertura.

-Manteniendo las zonas de descanso de nuestro perro libres de infestación de pulgas.

 

 

Hay que recordar que, si observamos los síntomas descritos en nuestros perros, lo mejor es visitar a nuestro veterinario de confianza, que es quien mejor conoce a nuestro animal y puede aconsejarnos sobre el tratamiento específico de la dermatitis alérgica a la picadura de pulga más adecuado para él.

No obstante, cualquier prevención natural o antiparasitaria es necesaria y debemos tener protegidos a nuestros animales en cualquier estación del año.

 

¿Tiene tu perro dermatitis alérgica a la picadura de pulga? ¿Qué métodos antiparasitarios utilizas con tus perros?