Si hay una conducta que no soportamos de los perros esa es que se revuelquen en cosas tan repugnantes como cacas, animales muertos, comida en estado de putrefacción, etc. Creo que cuanto más asquerosa sea y peor huela, más gusto les da el revolcón.

 

He tenido perros y cada uno tenía sus preferencias: a Nit le dio por alguna que otra caca, a Chispa le encantaban los ratones o pájaros muertos y ahora tengo la suerte de que mi perra Uma está obsesionada en revolcarse sobre algas (una vez estuvo a punto de hacerlo sobre una enorme caca de caballo pero mi grito logró convencerla de no acabar haciéndolo).

 

¿A qué se debe esta conducta?

A todos nos da por pensar directamente que los perros son unos guarros y que lo hacen simplemente por eso, sin embargo, no es así y hay dos fuertes razones que le llevan a hacerlo.

Sabemos que el olfato es el sentido más potente del perro y la mayoría de conductas están relacionadas con el mismo. Con el sentido del olfato son capaces de descifrar numerosos mensajes de la naturaleza: desde a través de la orina de otro perro saber cómo es ese perro hasta encontrar una gota de un perfume en medio de un basurero.

La conducta de revolcarse en cacas y otras cosas repugnantes tiene su origen en su sistema de comunicación a través del olfato. Y tiene dos causas potentes:

– Instinto: el perro es un animal de manada, aunque muchas veces pasemos por alto esto. Así como los perros nos huelen y nos lamen para obtener información, se revuelcan en cacas y otras repugnancias para ofrecer información. En la naturaleza, los perros que se alejaban de la manada para cazar si volvían con las “patas” vacías perdían mucho estatus. Para evitar esto, se revolcaban en animales muertos para oler a “buen cazador”. Sí, digamos que mentían pero les servía para conservar su estatus.

– Supervivencia: en caso de sentirse en peligro ante otros animales a los que pudieran servir de presa, se revolcaban en cosas malolientes para disimular su olor y así pasar desapercibido.

 

 

¿Podemos evitar esta conducta?

Podemos reducirla algo. Por una parte, se ha demostrado que los perros que dejan de oler a perro y huelen a perfume tienden más a revolcarse sobre cosas malolientes que otros que no huelen a nada. No abusar de aromas artificiales en tu perro ayudará a no tentarle a que cambie ese olor por otro que no nos guste tanto.

Por otra parte, mantener a tu perro bien vigilado podrá evitarlo, pero sé que es difícil. Yo cuando voy a la playa con Uma ya sé que lo primero que hará es revolcarse sobre las algas,  pero en ese sentido, como son algas, le dejo que disfrute de su naturaleza.

No le regañes nunca porque no vas a conseguir más que un sofoco para ti y que tu perro no entienda el por qué de tu enfado cuando está haciendo algo que lleva implícito (es como si te regañaran a  ti por bostezar).

 

En ese sentido, lo mejor es ponerte unos guantes y meter a tu perro en la bañera para liberarlo de toda sustancia y aroma repugnante y, como he comentado, evitar hacerlo con olores muy fuertes. Cuanto más neutros mejor.

 

Y tu perro, ¿es de los que se revuelcan en cacas? ¿O prefieren otros aromas?