Los dálmata son perros juguetones y enérgicos. Su pelaje blanco con manchas negras, su musculatura y su porte, le han valido para hacerse un lugar entre las razas más bellas y apreciadas. Su origen se remonta a la antigüedad y es propenso a problemas de salud como sordera y alergias.
El dálmata es una raza de perro clasificada por la FCI (Fédération Cynologique Internationale) en el grupo 6, sección 3: Perros tipo sabueso, perros de rastro (exceptuando lebreles) y razas semejantes.
Aunque su origen es incierto, ya aparecía en frisos, tablillas y papiros de civilizaciones antiguas como la egipcia, griega y romana.
Su nombre se debe a la región de Dalmacia (antigua Yugoslavia).
En la Edad Media fue utilizado para pastorear ovejas y cazar aves. En la Inglaterra victoriana, como perro de carruaje (su finalidad era defender a los caballos que tiraban de los carruajes de posibles ataques de otros perros).
Posteriormente, cuando los automóviles comenzaron a desterrar a los coches de caballos, el dálmata perdió popularidad entre la clase noble y quedó relegado a “perro bombero” (controlaba a los caballos que tiraban del carro de los bomberos), por lo que se hizo muy famoso.
Pesa entre los 20 y los 30 kg y mide 48-60 cm. Su esperanza media de vida está en torno a los 14 años.
El perro dálmata siempre ha sido admirado por su belleza y elegancia. Posee un atractivo singular tanto por su musculatura, como por su porte y su pelaje (que es completamente blanco en el nacimiento y comienza a tornarse manchado a las dos o tres semanas).
Su carácter es juguetón y amigable con los humanos, aunque puede ser agresivo con perros extraños.
El dálmata no necesita especiales cuidados más allá del cepillado regular, pero sí demanda ejercicio frecuente.
En cuanto a salud, tiene tendencia a padecer de sordera, alergias y cálculos.
Si pensamos en un dálmata famoso, inmediatamente se nos vienen a la cabeza 101 ejemplos ¿verdad?, y es que la película de Walt Disney está presente en todos nosotros.
¿Tienes un dálmata en tu familia? ¡cuéntanos sobre él!
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