Quizás estés pensando adoptar un perro, pero ni siquiera te has planteado que este sea un perro adulto ¡permítenos que te mostremos lo que un perro adulto te puede aportar!

 

Un perro se hace adulto entre los 18 y los 24 meses.

Sus posibilidades de ser adoptados van disminuyendo conforme aumenta su edad, a pesar de que existen muchas ventajas en la adopción de un perro adulto. Te  las mostramos a continuación:

1.- Un perro adulto ha finalizado su crecimiento y, por tanto, su tamaño es el que ves: no variará en el tiempo (de esta forma puedes valorar si, por ejemplo, puede llevar una vida feliz en tu pequeño piso).

2.- Tiene ya una personalidad formada y definitiva.

3.- Si lleva tiempo en la protectora será muy conocido por el personal. Ellos pueden asesorarte mejor sobre su carácter y las posibilidades de adaptación a tu hogar.

4.- Puedes conocer su historial veterinario: sabrás si sufre alguna enfermedad y los cuidados que necesita.

5.- Es más sencillo que asuman lo que queremos enseñarles.

 

 

6.- Se adaptan con mayor facilidad a su nuevo entorno y forma de vida, normas y reglas…

7.- Son perros muy agradecidos, que se vuelcan fácilmente en la relación con su nueva familia.

8.- Son más tranquilos, pues ya han pasado su etapa de cachorros, en la que necesitaban explorar (mordiendo muebles y alfombras… ¡puro nervio!).

9.- Sus demandas ya no son las de un cachorro: ya no necesitan comer tan a menudo (una vez al día será suficiente), las visitas al veterinario son más espaciadas en el tiempo (si no existe enfermedad o accidente, normalmente una vez al año)…

10.- Es mucho más sencillo incorporarles a nuestras actividades y tiempo de ocio.

11.- Están acostumbrados a relacionarse con otros animales.

12.- Lo más importante de todo: tendrás la satisfacción de adoptar un perro con menos posibilidades de encontrar familia y esta nueva oportunidad él te la agradecerá siempre.

¿Adoptaste un perro adulto? Nos encantaría conocer tu experiencia ¡cuéntanos todo lo que te aporta cada día!