Siguiendo unas pautas, bañar a nuestro perro en casa puede pasar de ser estresante a muy placentero, creando un vínculo especial perro-humano. Aquí tienes algunos consejos que te pueden ser de utilidad.
Si bien es cierto que muchas razas (y ciertos mestizos) deben ir a sesiones de peluquería para cortes, nunca debemos cortar el pelo a un perro sin ser profesionales; No por lo guapo o feo que pueda quedar sino por los peligros que conlleva.
En el caso del baño, sin embargo, perfectamente puede realizarse en casa. Además, aportará una serie de beneficios con respecto al baño en una peluquería canina.
Sabemos que es un momento altamente estresante para la gran mayoría de los perros, por lo que si lo hace su humano, el estrés tiende a reducirse. Si trabajamos con ellos, podemos conseguir que el baño pase de ser un infierno a un momento de placer creando, además, un gran vínculo.
¿Cómo debe ser un baño en casa?
Independientemente de si lo realizamos en bañera o ducha, lo importante es que sea un lugar seguro donde el perro no pueda irse corriendo empapado o lleno de jabón.
No debe haber botes a su altura y debemos retirar los productos de uso humano de su alcance, ya que cuando tienen miedo el agua, suelen intentar escapar escalando a los bordes de la bañera. En esos casos, no solo se les caerán los botes encima y se escurrirán haciéndose daño en las patas, sino que también cogerán más miedo.
El agua debe tener una temperatura media (a 30ºC aproximadamente) independientemente de la climatología, nunca muy caliente ni muy fría.
Podemos dar una ducha más fresca en verano y una más calentita en invierno, pero nunca llegando a quemar o a que el agua esté demasiado fría (recordamos que la piel de los perros es mucho más fina que la humana, por lo que podemos quemarles o causar una hipotermia con mayor facilidad).
Muchos perros tienen una doble capa de pelo, lo que hace que el agua no penetre bien y se quede solo en la superficie; si introducimos los dedos hasta tocar su piel, estará seca. Por esto, es muy importante pegar la alcachofa de la ducha al pelo.
A la hora de elegir el champú, lo mejor es contactar con un peluquero de confianza, pues él podrá recomendarnos aquel que mejor se adapte a las características del pelo de nuestro perro y a sus necesidades.
Lo que sí debemos tener en cuenta es que muchos champús vienen preparados para diluirse, por lo que antes de usarlos hay que mezclarlos con agua.
También hay que usar la cantidad adecuada, lo que equivale a una alubia si es un perro de unos 10 kg.
El baño finalizará cuando no quede champú en el pelaje del perro. Es decir, debemos aclarar durante bastante más tiempo que el que hemos estado enjabonando, y así retirar todos los restos de jabón.
Durante el baño no debemos enjabonar la cara porque agua y jabón pueden entrar fácilmente en boca, nariz, orejas u ojos. Si es inevitable porque debamos retirar suciedad o jabón, cogeremos la alcachofa de la ducha y, tapando el hocico a nuestro perro, echaremos un poco de agua por encima con rapidez.
La importancia de un buen secado
Una vez hemos lavado a nuestro perrete, es la hora de secarlo.
En invierno es esencial secarle completamente con secador y, mientras esté mojado, alejarlo de corrientes de aire.
En verano, podemos dejarlo secarse al aire, pero en cualquier época del año, debemos atender a que las orejas estén muy secas antes de acabar con el baño.
¿Debo aplicar colonia a mi perro?
Este es un tema muy controvertido. No deberíamos usar colonias porque nuestro perro tiene un olfato increíblemente superior al nuestro y lo que a nosotros nos resulta agradable, para ellos puede ser una tortura sensorial.
Aun así, si sentís la imperiosa necesidad de echarles colonia, debes elegir siempre una especial para perros.
Realizaremos de 1 a 3 pulverizaciones (dependiendo del tamaño del perro: espalda si es pequeño, cuello y rabo si es mediano, cuello, espalda y rabo si es grande) a una distancia de 10-15cm.
Nunca es recomendable realizar mayor número de pulverizaciones porque si ellos notan que huelen mal (irónicamente, la colonia de fresa que a nosotros nos encanta, a ellos puede parecerles el olor más nauseabundo del mundo) irán corriendo a revolcarse en la hierba… o en cosas peores para eliminar ese olor de su cuerpo y el baño no habrá servido para nada.
Cuál debe ser la frecuencia del baño
Quizá la duda más común a la hora de tratar este tema es ¿cada cuánto tiempo puedo/debo bañar a mi perro?
Yo no soy partidaria de baños frecuentes. De hecho, a mi perro Berni le baño cada 3 meses y ni está sucio ni huele.
Si tu perro tiene por costumbre revolcarse en la arena del parque, simplemente se ha ensuciado o, por la razón que sea, huele “mal”, puedes bañarlo más a menudo pero, en cualquier caso, debemos esperar un mínimo de 15 días entre baño y baño.
Estas son dudas frecuentes que nos surgen a todos a la hora de bañar a nuestros perros, pero si tienes alguna más que no hayamos tratado en este post, puedes contactar con nosotros o escribir un comentario ¡estaremos encantados de ayudarte a tener a tu perrete sano y “guaupérrimo”!
Cuatro Huellas
El blog de Irene, Berni y Blu (humana, perro y agapornis). Muy concienciados con el respeto y el amor a los animales.
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